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¿Quién inventó el Globo Aerostático?

El 19 de septiembre de 1783, el científico Pilatre de Rozier lanzó el primer globo de aire caliente, llamado ‘Aérostat Réveillon’, que llevaba a bordo a una oveja, un pato y un gallo. El globo permaneció en el aire durante un total de 15 minutos antes de estrellarse contra el suelo.

El primer intento tripulado de un globo aerostático se produjo unos 2 meses después, el 21 de noviembre, con un globo hecho por dos hermanos franceses, Joseph y Étienne Montgolfier. El globo fue lanzado desde el centro de París y voló durante un periodo de 20 minutos. ¡Se trata del nacimiento de los viajes en globo de aire caliente!

Sólo 2 años después, en 1785, el piloto francés de globos Jean Pierre Blanchard y su copiloto estadounidense John Jefferies, se convirtieron en los primeros en volar a través del Canal de la Mancha. En los primeros días de los vuelos en globo, este Canal estaba considerado como el primer paso de los viajes de larga distancia, así que éste fue un importante referente en la historia de los vuelos en globo.

Por desgracia, en ese mismo año, Pilatre de Rozier (el primer piloto de globos del mundo) murió en su intento de cruzar el Canal. Su globo explotó media hora después del despegue debido a que el diseño experimental usaba un globo de hidrógeno unido a otro de aire caliente.

Globo Aerostático

El siguiente momento crucial de la historia de los viajes en globo tuvo lugar el 7 de enero de 1793. Jean Pierre Blanchard se convirtió en el primero en volar un globo de aire caliente en Norteamérica. George Washington estaba presente para contemplar el lanzamiento del globo.

Ahora un salto grande en el tiempo, de más de 100 años: en agosto de 1932, el científico suizo Auguste Piccard fue el primero en lograr un vuelo tripulado a la estratosfera. Alcanzó una altitud de 52.498 pies (16 kilómetros), estableciendo un nuevo récord de altitud. A lo largo de los siguientes dos años, siguieron lográndose récords de altura, batiéndose cada par de meses: había una carrera para ver quién era capaz de alcanzar el punto más alto.

En 1935 se estableció un nuevo récord de altitud, que permaneció durante los siguientes 20 años. El globo Explorer 2, un modelo que usaba helio, alcanzó una altitud de 72.395 pies (22 kilómetros). Por primera vez en la historia se demostró que los humanos podían sobrevivir en una cámara presurizada a altitudes extremadamente elevadas. Este vuelo supuso un hito para la aviación, y ayudó a pavimentar el camino para los futuros viajes espaciales.

El récord de altitud volvió a batirse de nuevo en 1960, cuando el capitán Joe Kittinger saltó en paracaídas desde un globo que se encontraba a una altitud de 102.000 pies (unos 31 kilómetros). El globo batió el récord de altitud y el capitán Kittinger a su vez batió el récord de altitud de un salto en paracaídas. ¡Llegó a romper la barrera del sonido con su cuerpo!

El desafío del Atlántico

En 1978, el Double Eagle II se convirtió en el primer globo en cruzar el Atlántico, otro importante hito en la historia de los viajes en globo. Después de muchos intentos fallidos este mítico océano había sido conquistado. Se trataba de un modelo lleno de helio que llevaba a 3 pasajeros: Ben Abruzzo, Maxie Anderson y Larry Newman. Establecieron un nuevo tiempo de duración del vuelo en 137 horas.

El desafío del Océano Pacífico

El Océano Pacífico se logró cruzar por primera vez 3 años más tarde, en 1981. El Double Eagle V se lanzó desde Japón el 10 de noviembre y aterrizó 84 horas después en el Bosque Nacional Mendocino, en California. Los 4 pilotos establecieron un nuevo récord de distancia de 9.138 kilómetros. Tres años después de esto, el capitán Joe Kittinger voló 5.689 kilómetros en el primer vuelo transatlántico en globo aerostático y en solitario, estableciendo otro récord.

Globos de aire caliente

En 1987, Richard Branson y Per Lindstrand fueron los primeros en cruzar el Atlántico en un globo de aire caliente, en vez de en uno lleno de helio. Volaron una distancia de 4.667 kilómetros en un tiempo récord de 33 horas. En ese momento, volaron con la mayor vela (o envoltura) jamás usada, con una capacidad de más de 65.000 metros cúbicos. Un año después, Per Lindstrand estableció otro récord, esta vez por el vuelo en solitario a la mayor altitud jamás registrada en un globo de aire caliente: 65.000 pies (19,8 kilómetros).

El gran equipo formado por Richard Branson y Per Lindstrand se unió de nuevo en 1991, y se convirtieron en los primeros en cruzar el Pacífico en un globo de aire caliente. Viajaron 10.783 kilómetros en 45 horas desde Japón a Canadá, batiendo el récord mundial de distancia y viajando a velocidades de casi 400 kilómetros por hora. Cuatro años después, Steve Fossett se convirtió en el primero en completar la ruta Transpacífica en globo por sí mismo, saliendo de Corea y aterrizando en Canadá 4 días después.

Por último, en 1999, Bertrand Piccard y Brian Jones completaron el primer vuelo alrededor del mundo. Partiendo de Suiza y aterrizando en África, batieron todos los récords anteriores de distancia, volando 19 días, 21 horas y 55 minutos.

Resulta interesante ver cómo el desarrollo del globo aerostático ha cerrado su propio círculo. En sus inicios, los primeros pilotos de globo quemaban materiales a bordo del globo para generar el calor con el que propulsar la vela por el aire. Luego esta teoría se volvió obsoleta con la introducción de los diseños de helio y gas, que se consideraban más seguros y fiables que volar con una llama abierta. Y finalmente, ha sido durante los últimos 50 años más o menos cuando los globos de aire caliente han vuelto a suscitar el interés.

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