Se han encontrado juegos de fichas en China que datan del 1120 d. C., aunque existen registros históricos de la existencia de fichas que se remontan a un héroe-soldado llamado Hung Ming (181-234 d.C.). Sin embargo, otros historiadores piensan que Keung T’ai Kung creó estos juegos en el siglo XII a. C.
Las Chu sz Yam (“Investigaciones sobre las Tradiciones de Todas las Cosas”) afirmaban que el dominó fue inventado en el 1120 d. C. por un estadista. Se dice que esta persona se lo enseñó al Emperador Hui Tsung, y que se difundió por orden imperial durante el reinado de Kao-Tsung (1127-1163 d. C.), el hijo de Hui. Otras interpretaciones afirman que este documento se refiere a la estandarización del juego, y no a su invención.
Michael Dummett escribió un pequeño artículo en la sección de historia de su libro “The Game of Tarot” (“El Juego del Tarot”, página 35) datando la introducción del dominó en Europa durante el siglo XVIII, en Italia, posiblemente en Venecia y Nápoles. Aunque las fichas de dominó son claramente de herencia china, existe un debate acerca de si el conjunto europeo de fichas llegó a Europa desde China en el siglo XIV, o si fue inventado de manera independiente.
Un único dominó se encontró entre los restos del navío Mary Rose (principios del siglo XVI), pero parece probable que hubiera llegado ahí mucho tiempo después. En su conjunto, hay tanta evidencia sobre los juegos de los siglos XVI y XVII que si el dominó hubiera existido no se hubiera escapado a los registros.
Las fichas europeas de dominó son rectángulos con el doble de longitud que de anchura. Hay una única ficha por cada combinación de las caras de un par de dados: la ficha con un cuadrado en blanco representa la tirada de un solo dado, lo que da un total de veintiocho fichas en el conjunto estándar de doble seis. Otros conjuntos con mayor número de fichas se inventaron posteriormente, siendo los conjuntos de doble nueve y doble doce las extensiones más habituales.
¿De dónde proviene el término Dominó?
Lo más probable es que el término “dominó” derive del latín “dominus” (es decir, “cabeza de familia”). El vocativo “domine” se convirtió en “dominie” en escocés e inglés (que significa “maestro”). El dativo o ablativo, “domino”, se convirtió en el término en francés y, luego, en castellano. La palabra se refería inicialmente a un tipo de capucha monástica, luego a un tipo de disfraz con capucha y una máscara pequeña, más tarde a la propia máscara y finalmente a una de las piezas del juego del dominó, concretamente a la ficha [1-1].
El juego pasó de Italia a Francia a principios del siglo XVII, y se convirtió en una moda. A finales de dicho siglo, Francia también fabricaba puzles que usaban fichas de dominó. Había puzles de dos tipos. En el primero, se te daba un patrón y tenías que colocar las fichas de manera que los límites coincidieran. En el segundo tipo, también se te proporcionaba un patrón, pero tenías que colocar las fichas según las propiedades aritméticas de los puntos, normalmente las sumas de filas de fichas o de las mitades de las fichas. El libro “Creative Puzzles Of The World” (“Puzles Creativos del Mundo”), de Pieter Van Delft y Jack Botermans (Abrams, Nueva York; ISBN 0-8109-0765-8 en tapa dura o ISBN 0-8109-2152-9 en tapa blanda; 1978) incluye una reproducción de un antiguo puzle francés de este periodo montado haciendo coincidir fichas de dominó con la parte inferior de los cuadrados de una imagen.
El juego llegó a Gran Bretaña a finales del siglo XVIII desde Francia (posiblemente a través de prisioneros de guerra franceses) y parece que se popularizó rápidamente en las tabernas de la época.
La palabra “domino” en francés se refiere a una capucha negra y blanca que llevaban los sacerdotes cristianos en invierno, y que es probablemente de donde deriva el nombre del juego. El dominó se juega en todo el mundo, pero es más popular en América Latina.
Los inuit (o esquimales, usando un término antiguo e incorrecto para referirse a estos nativos de Norteamérica) juegan a un juego que utiliza fichas hechas con huesos que son muy parecidas a las usadas en el dominó occidental. Sin embargo, es probable que este juego fuera una imitación de los juegos occidentales en vez de un invento nativo.
Muchos de los juegos que asociamos con las fichas de dominó son bastante modernos. Parece que los juegos de bloques son los más antiguos de entre los juegos europeos. Sin embargo, variantes como el Muggins datan de principios del siglo XX y, de hecho, bastantes juegos que usan fichas de dominó se han inventado en las últimas décadas.
