En este artículo trataremos un poco sobre la historia y evolución que han tenido los Power Banks a lo largo del tiempo.
¿Qué es un Power Bank?
Un Power Bank, también conocido como batería externa, es una pequeña batería portátil con la que podemos cargar diferentes dispositivos electrónicos, como un teléfono móvil o una Tablet, sin necesidad de conectar nuestro cargador a la red eléctrica. Es decir, simplemente conectamos el dispositivo que queramos recargar al Power Bank.
Estos pequeños aparatos han ido incrementando su popularidad durante los últimos años debido a la poca durabilidad de las baterías de los smartphones.
La carga siempre se hará a través de un puerto USB, por lo que junto con el Power Bank tendremos que llevar con nosotros el cable para poder cargar el dispositivo.
Historia de los Power Banks
Se puede decir que los Power Banks se dieron a conocer por primera vez en el año 2001 en la Muestra Internacional Electrónica para Consumidores de Las Vegas (Las Vegas International Consumer Electronic Show) donde un estudiante utilizó una pila eléctrica AA en un circuito eléctrico.
Por aquella época la batería de los teléfonos móviles duraba mucho más, por lo que los Power Banks no se dieron a conocer realmente hasta que Apple sacó el primer iPhone en el año 2007. A este smartphone no se le podía quitar la batería fácilmente. Esto, junto a que Apple solo permitía un uso continuo del dispositivo de 4 horas, produjo que los usuarios de iPhone aumentasen la demanda de Power Banks.
Por entonces se inventaron las carcasas con batería, que no tuvieron mucha demanda debido al cambio que se producía en el smartphone, que pasaba de ser delgado y ligero a ser grueso y pesado. Además, la capacidad de muchas de estas carcasas no pasaba de los 3000 mAh, por lo que solo tenía energía para hacer una recarga.
Por el contrario, los Power Banks no cambian la apariencia del smartphone y los hay de muchas capacidades, permitiendo tener energía para realizar varias cargas si es necesario. Y hasta aquí una breve historia de los powerbanks.
Tipos de Power Bank
Existen diferentes tipos de Power Banks, cada uno con diferentes características y especificaciones. He aquí unos cuantos:
- De bolsillo. Con capacidad entre 3000 y 6000 mAh, son útiles para llevarlo encima a diario para cuando nos quedemos sin batería. Solo smartphones.
- De bolsillo ultradelgado. Con capacidad entre 5000 y 8000 mAh.
- Gran capacidad. Permite carga simultánea de smartphone y Tablet. Capacidad 1000-2000 mAh. De 2 a 4 cargas completas en un smartphone.
- Enorme capacidad. Capacidad mayor a 20000 mAh. Aquí se encuentran las baterías externas con más capacidad.
- Todoterreno. Capacidad desde 10000 mAh. Modelos resistentes a golpes, polvo y nieve.
- Solares. Se recargan a través de un panel solar. Recomendado para camping, senderismo, etc.…
- Para portátiles. Utilizados para recargar portátiles.
- Para coches. Ideales para cuando el coche se queda sin batería. Conocidos también como “arrancadores”. Perfecto para llevar en el maletero del coche.
- Personalizados. Los Power Banks personalizados están teniendo mucha demanda últimamente. En ellos se puede imprimir el logotipo de tu empresa y luego puedes regalarlos a tus clientes en cualquier evento, feria o congreso. Los hay de todos los tipos. Desde los más baratos hechos de plástico hasta los más exclusivos hechos de aluminio y con el logo impreso a laser.
Capacidad de los Power Banks
Existen infinidad de modelos con diferentes capacidades en mAh (miliamperio por hora). Dependiendo del dispositivo que queramos cargar, tendremos que elegir un Power Bank con una capacidad mayor o menor.
Para cargar un smartphone necesitaremos un Power Bank de al menos 3000 mAh, mientras que si queremos cargar una Tablet necesitaremos que su capacidad sea superior a 10000 mAh para realizar una carga completa. Es decir, aproximadamente 3 veces más capacidad para una Tablet que para un smartphone.
Mantenimiento de un Power Bank
Para que un Power Bank nos dure el máximo tiempo posible hay que seguir una serie de pautas:
- Guarda el Power Bank en un lugar en el que no esté expuesto a temperaturas muy altas. Si lo almacenamos en un lugar en el que hace mucho calor podría llegar a degradarse, e incluso podría llegar a explotar y causar un incendio.
- Mantén la batería cargada a un máximo del 60% cuando la vayas a guardar. Es importante que, si no va a ser utilizada durante un tiempo, no la dejes cargada al máximo ni por debajo del 20%. Para alargar su vida útil lo ideal es guardarla con una carga de poco más de la mitad, es decir 55% o 60%.
- Comprueba que el cargador sea de un voltaje compatible con el voltaje de entrada del Power Bank. Es importante cargar el Power Bank con un cargador que sea compatible.
- Evitar poner el dispositivo que se está cargando en contacto directo con el Power Bank, ya que subiría la temperatura y ambos dispositivos se podría ver perjudicados.
- Es recomendable que cuando se vaya a cargar un smartphone pongamos el modo avión para evitar conexiones a internet. De esta manera se cargará más rápido.
Evolución
Los usuarios de smartphones son los mayores consumidores de Power Banks. Cada vez hay más teléfonos móviles en el mundo. Incluso muchas personas tienen más de uno. Los teléfonos móviles van evolucionando. Cada año que pasa tienen procesadores más potentes, mejores cámaras, pantallas con mayor resolución, mayor memoria RAM… y eso significa un mayor consumo de batería. Todo evoluciona, menos las baterías de los smartphones, y ahí es donde entran los Power Banks, que han venido para quedarse.