Lo creas o no, las tablets no surgieron con el iPad de Apple. De la misma forma que había smartphones antes que el iPhone, los fabricantes habían estado jugueteando con variaciones sobre el concepto de ordenadores portátiles sin teclado desde años antes de la llegada del producto tecnológico portátil que desde entonces se ha convertido en el estándar. Por ejemplo, Apple, por su parte, había lanzado dos productos anteriores que nunca llegaron a ponerse de moda.
Aunque es un avance bastante reciente, ha habido visiones de un ordenador tipo cuaderno desde mucho antes de que incluso la gente tuviera ordenadores. Los usaban a bordo de la nave USS Enterprise cuando se estrenó “Star Trek: la Serie Original” en 1966, y apareció de manera casual en algunas escenas del clásico de 1968 de Stanley Kubrick “2001: Una Odisea del Espacio”. También se mencionaron dispositivos portátiles parecidos en novelas más antiguas como “Fundación”, donde el autor Isaac Asimov las describía como un tipo de calculadora.
Un millón de píxeles
La primera idea en serio de un ordenador tipo tablet en la vida real surgió de la mente imaginativa del informático estadounidense Alan Kay. Su concepto, el Dynabook, se publicó en 1972 y detallaba un dispositivo personal para niños con un funcionamiento parecido a un ordenador personal.
Para defender la viabilidad de esa tecnología, se hicieron sugerencias de qué tipo de componentes hardware existentes podían usarse para construirlo, lo que incluía varios tipos de pantallas, procesadores y memoria de almacenamiento.
Tal y como lo imaginó, el Dynabook pesaba menos de 1 kilogramo, tenía una forma delgada, incluía una pantalla con al menos un millón de píxeles y tenía un suministro de energía casi ilimitado. También incluía un stylus o lápiz táctil. Sin embargo, hay que tener en cuenta lo disparatada y exagerada que probablemente parecía su idea en esos momentos.
La noción de la informática para el hogar era algo bastante novedoso y los ordenadores portátiles, por supuesto, todavía estaban por inventar.
Igual que los smartphones, las primeras tablets eran ladrillos
El GRidPad, el primer PC tipo tablet que llegó al mercado de consumo, finalmente hizo su debut décadas más tarde por cortesía de Grid Systems, una de las primeras startups de Silicon Valley.
Antes de su lanzamiento en 1989, lo más parecido eran productos conocidos como tabletas gráficas, que básicamente eran dispositivos de entrada que se conectaban a una estación de trabajo y permitían interaccionar para crear dibujos, animaciones y gráficos mediante el uso de un lápiz táctil. Estos sistemas, que solían usarse en vez de un ratón, incluían dispositivos como el Pencept Penpad, el Apple Graphics Tablet y el KoalaPad, que estaba dirigido a los estudiantes.
Como primer ordenador de tipo tablet, el GRidPad no era precisamente lo que Alan Kay tenía en mente. Pesaba más de 2 kilogramos y era bastante voluminoso. La pantalla no tenía nada que ver con la referencia de un millón de píxeles que Kay había establecido, y apenas podía mostrar escalas de gris. A pesar de eso fue ampliamente adoptada por empresas y agencias gubernamentales que la usaban para modernizar los registros contables. El GRidPad costaba alrededor de 3.000 dólares con software y, durante su año más exitoso, la compañía realizó ventas por valor de 30 millones de dólares.
También era significativo el hecho de que uno de los ingenieros de la empresa, Jeff Hawkins, acabaría fundando Palm Computing, uno de los mayores fabricantes de PDAs (Asistentes Digitales Personales).
PDAs: cuando las tablets eran más sencillas
Las PDAs (Personal Digital Assistant, es decir, Asistente Digital Personal) difícilmente podían considerarse tablets en comparación con la magia de funcionalidad que ofrecen los productos que hay actualmente en el mercado. Pero durante los inicios de la década de los 90, cumplían mayormente su cometido con suficiente potencia de procesamiento, gráficos y un catálogo de aplicaciones bastante considerable. Los principales nombres durante esta época eran Psion, Palm, Apple, Handspring y Nokia. Otro término que se solía utilizar para hacer referencia a esta tecnología era “pen computing” (“computación con pluma”, en referencia al lápiz óptico).
Mientras que el GRidPad ejecutaba una versión del arcaico MS-DOS, las PDAs fueron de los primeros productos comerciales en combinar ordenadores portátiles con sistemas operativos amistosos para el consumidor.
En 1991, Go Corporation demostró cómo este tipo de integración podía dar lugar a una experiencia más fluida con el lanzamiento del PenPoint OS usando el Thinkpad 700T de IBM. Pronto, empresas más consolidadas como Apple, Microsoft y más tarde Palm empezaron a sacar plataformas de PDA competidoras. Apple lanzó su sistema operativo con el Apple Newton Messenger, considerado por algunos como el predecesor del iPad.
Las primeras tablets verdaderas
A medida que las PDAs proliferaban entre las masas de consumidores a lo largo de los 90, hubo unos pocos intentos novedosos pero fallidos en última instancia de producir una tablet verdadera que resultara atractiva para el gran público. Por ejemplo, Fujitsu lanzó en 1994 la tablet Stylistic 500, que incluía un procesador Intel, venía con Windows 95, y fue seguida dos años después de una versión mejorada, la Stylistic 1000. Estas tablets no sólo eran pesadas y poco prácticas de arrastrar de un lado a otro, sino que tenían un precio demasiado elevado (2.900 dólares).
Eso podría haber cambiado por completo en 2002 si la recién lanzada Windows XP Tablet hubiera colmado las expectativas. Presentada en 2001 en la feria de tecnología Comdex, el fundador de Microsoft, Bill Gates, anunció que las tablets eran el futuro y predijo que el nuevo factor de forma se convertiría en la forma más popular de PC en cinco años. Sin embargo, acabó fracasando, en parte debido a la incompatibilidad subyacente a la hora de intentar encajar el sistema operativo Windows basado en teclado con un dispositivo puramente basado en una pantalla táctil, lo que dio como resultado una experiencia de usuario menos intuitiva.
El iPad
No fue hasta 2010 cuando Apple lanzó la tablet que ofrecía la experiencia que la gente ansiaba. Por supuesto, Steve Jobs y compañía habían sentado las bases anteriormente al dejar que toda una generación de consumidores se acostumbrase a la escritura intuitiva en pantalla táctil, los gestos y el uso de aplicaciones con el extremadamente exitoso iPhone. Era delgado, ligero y tenía suficiente capacidad de batería para horas de consumo. Para entonces, el sistema operativo iOS estaba lo bastante maduro, y el iPad funcionaba esencialmente con la misma plataforma.
Y como el iPhone, el iPad pronto dominó la categoría de tablets. Como era de esperar, empezó el bombardeo de copias, muchas de las cuales funcionaban con el sistema operativo competidor Android. Más tarde, Microsoft se introduciría en este abarrotado mercado con tablets Windows más amistosas para el uso táctil, muchas de las cuales eran capaces de convertirse en pequeños y ligeros ordenadores portátiles. Y ésa es la situación actual, tres sistemas operativos entre los que elegir y un catálogo de tablets con múltiples formas y tamaños.