Durante la Segunda Guerra Mundial, con la colaboración de físicos, matemáticos e ingenieros de los Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y Alemania (antiguos físicos Nazis) se completó el Proyecto Manhattan para producir la primera bomba atómica. (El proyecto empezó como el “Distrito de Ingenieros Manhattan” y se convirtió a “El Proyecto Manhattan” un tiempo después).
Había algunas especulaciones sobre lo que podría pasar si una reacción nuclear en cadena era desatada sin que se tuviera un control sobre esta. Considerando a Robert Oppenheimer como el líder “científico” del Proyecto Mahattan, Félix Block, David Bohm, Niels Bohr, Enrico Fermi, James Franck, Otto Frisch, Klaus Fuchs, Rudolf Peierls, Emilio Segre, Leo Szilard, Edward Teller y Eugene Wigner (en orden alfabético), tenían un papel crucial en el diseño y construcción del arma.
El físico Albert Einstein no participó directamente en la invención de la bomba atómica pero si facilitó su desarrollo. Su teoría especial de la Relatividad ponía énfasis en que una gran cantidad de energía podía ser liberada a partir de una pequeña cantidad de materia. Esto se expresaba en la ecuación E=mc2. La bomba atómica ilustraría claramente este principio.
La primera demostración de “el dispositivo” (el nombre clave para la primera bomba atómica) fue en Trinidad, en Alamogordo, Nuevo México; donde se probó que el arma podría ser detonada y la reacción sería predecible. La segunda y tercera demostración se hizo en Japón, lo que trajo un final rápido para la Segunda Guerra Mundial.
Antes y durante la Segunda Guerra Mundial, Alemania también estaba trabajando en la creación de armas atómicas, pero fue obstaculizado por muchos problemas técnicos y políticos (incluyendo el sabotaje) lo que impidió que se completara esta tarea exitosamente. Esto dejó a los Estados Unidos como la única nación en usar armas atómicas en un ataque.