La espectacular «Ciudad Perdida de los Incas» en lo alto de la Cordillera de los Andes en Perú atrae cada año a tantos visitantes que se ha tenido que poner un límite debido al desgaste que supone tanto turista.
Hiram Bingham, el hombre que reveló este lugar por primera vez al mundo, era un explorador Americano, nacido en Hawaii en 1875. Sus padres eran misioneros y esperaban que él siguiera sus pasos, pero sus esfuerzos juveniles para hacerlo lo hicieron enfermar y prefirió jugar fútbol americano.
Tuvo una educación privada en New England, y fue a la Universidad de Yale en 1894 para embarcarse en una carrera académica. Estaba muy interesado en la historia Latinoamericana y estudió para obtener su doctorado en la materia en Harvard.
Afortunadamente para él y para el mundo en general en 1900 se casó -para consternación de sus padres- con una chica llamada Alfreda Mitchell. Ella era una heredera de la fortuna de la joyería Tiffany, y Bingham usó su dinero para viajar por América del Sur. Fue nombrado profesor en Yale, pero descubrió que la exploración era mucho más interesante que la docencia. Su entusiasmo por explorar se extendió también a las mujeres y aprovechó sus viajes lejos de casa.
En 1906 Bingham trazó las rutas de Simón Bolívar a través de Venezuela y Colombia en la década de 1820. En 1909 exploró las rutas comerciales históricas de Sudamérica y tomó la ruta antigua de Buenos Aires a Lima en Perú, pasando por Cuzco.
En 1911 dirigió una pequeña expedición a Perú en busca de la «Ciudad Perdida» de Vilcabamba, último refugio del Inca Manco Capac II, que luchó contra los conquistadores españoles en la década de 1530. Esto llevó a Bingham y a su grupo de siete personas a Cuzco, y de allí a mula y a pie hasta un pequeño asentamiento llamado Mandor Pampa, cerca de Aguas Calientes, donde encontraron a un granjero local llamado Melchor Arteaga. A través del policía-intérprete de Bingham, Arteaga le dijo que había extensas ruinas en lo alto de las montañas cercanas a lo que Arteaga en su Quechua natal llamó Machu Picchu, que significa «montaña vieja».
Subieron a las ruinas la mañana siguiente en un día de lluvia persistente. Nadie más del grupo de Bingham demostró interés, pero Bingham, Arteaga y el intérprete pasaron dos horas agotadoras trepando la montaña hasta una pequeña choza ocupada por los campesinos que cultivaban allí.
Los campesinos saludaron amablemente al Norteamericano y delegaron a un niño pequeño para que les guiara. Pronto llegaron a lo que Bingham llamó «una vista inesperada, un gran vuelo de terrazas de piedra bellamente construidas, tal vez un centenar de ellas, cada una de cientos de pies de largo y 10 pies de alto».
Continuaron a lo largo de una de las terrazas: Las ruinas estaban cubiertas de árboles, matorrales de bambú y enredos de viñedos y cubiertas de musgo, pero las paredes de granito blanco estaban «cuidadosamente cortadas y exquisitamente encajadas entre sí» y la escena lo «dejó sin aliento».
Bingham estaba seguro de haber descubierto Vilcabamba, a la vez que estaba fascinado por el misterio y la magia del lugar, con los grandes picos nevados que tenía por encima.
En visitas en años posteriores tomó miles de fotografías. También llevó miles de objetos a los Estados Unidos para su estudio y custodia, lo que causaría discusiones entre el gobierno Peruano y la Universidad de Yale.
Después de la Primera Guerra Mundial, Bingham entró en la política en Connecticut y fue senador de los EEUU por el estado en las elecciones de los años 20 y de los años 30. Él y Alfreda tenían siete hijos, pero en 1937 ella ya no pudo soportar su persistente infidelidad y se divorció.
En la década de 1950 tuvo un papel controvertido como jefe de la nueva Junta de Revisión de Lealtad del Presidente Truman, lo que hizo más fácil despedir a los funcionarios civiles con simpatías comunistas. Murió en Washington DC a la edad de 80 años en 1956.
¿Realmente fue Hiram Bingham quien descubrió Machi Picchu?
El hacendado cusqueño Agustín Lizárraga descubrió la llamada «Ciudad Perdida de los Incas» en un viaje que realizó a la zona selvática del departamento sureño del Cuzco el 14 de julio de 1902, nueve años antes que Bingham, reveló el diario limeño «La República». La historiadora peruana Mariana Mould de Pease mantuvo, por su parte, que el propio Bingham aceptó que el hacendado cusqueño fue el primero en visitar la ciudadela Inca.
Por lo tanto, Agustín Lizárraga había estado en “La Ciudad Perdida de los Incas” varios años antes que Bingham, pero fue el mismo Bingham quien reveló al mundo este paraje y lo hizo famoso. ¿A quién se le debe atribuir realmente el descubrimiento de Machu Picchu?
Bingham tiene un cráter de la luna con su nombre y se cree que el personaje de Indiana Jones se basó de alguna manera en él.
No tenía formación en arqueología, sus teorías estaban equivocadas y el verdadero Vilcabamba fue descubierto por otro explorador estadounidense, Gene Savoy, en 1964. Se cree que Machu Picchu fue el refugio de montaña del gran emperador Inca Pachacutec («El que Sacude La Tierra»), abandonada en algún momento después de su muerte en 1472.